La cama de los niños debe de cumplir una serie de características que se adaptan a la particularidades de estos pequeños. Por ejemplo, es recomendable que tengan colores suaves, con tonalidades pastel que ayuden a que los niños se relajen ya que está comprobado que los colores muy vivos pueden despertar la actividad de los pequeños y no predisponen al descanso.
Por eso, la mayoría de sus sábanas tienen tonalidades pastel muy agradables y relajantes. Estos colores están realizados con tintes, por eso se recomienda lavar las sábanas antes de estrenarlas. Así, el exceso de tinte que pueda haber en la tela se va con el lavado y no queda con la piel. Por supuesto, el material de las sábanas también es muy importante, seguramente lo más. Se recomienda que los más pequeños utilicen exclusivamente sábanas algodón.
Algodón 100%
Las sábanas de algodón al 100% son las favoritas para los niños de menos edad. Su piel es muy delicada y tienen tendencia a la piel atópica y a las irritaciones debido a que todavía no tienen las defensas que ya posee un niño de más edad. Además, los niños suelen sudar mucho durante la noche y los tejidos de algodón son transpirables, por lo que la cama queda más seca.
El algodón 100% tiene también algunos inconvenientes, como por ejemplo que es más difícil de planchar o que encoge ligeramente en los primeros lavados. Pero los fabricantes lo saben y las sábanas de este material suelen venir siempre con unos centímetros a mayores para compensar esto. En cuanto al planchado, si se cuelgan muy bien extendidas y se evitan los centrifugados prolongados no se van a arrugar tanto y sus ventajas compensan con creces estos pequeños inconvenientes.
Franela para los meses de invierno
La franela es una tela elaborada en algodón cardado por una de sus caras. En algunos casos puede tener un pequeño porcentaje de tejido sintético, pero no superior a un 20%. Es un tejido muy cálido y muy agradable ya que al meterse en la cama esta tiene un tacto suave y no está fría como sucede con otras sábanas que se van calentando con el calor del cuerpo.
Para los niños pequeños son mucho más adecuadas que otros tejidos cálidos o térmicos que están elaborados en materiales sintéticos. Están disponibles con estampados infantiles que gustan a los niños y que combinan con los colores de sus habitaciones, por lo que siempre son un acierto cuando hace más frío.