El diagnóstico de intolerancia al gluten es mal recibido por muchos pacientes que creen que marca el final de su vida social. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque no existe un tratamiento intolerancia gluten que suponga la cura del problema, si puede ayudarse al organismo a llevarla mucho mejor y a evitar los brotes, sin renunciar a salir y a visitar a los amigos tanto como antes.
Retirar todo el gluten de la dieta
El primer paso para sentirse mejor es retirar todo el gluten de la dieta. Es la parte más complicada y al principio requiere de muchas horas para hacer la compra, leyendo cada etiqueta y aprendiendo qué marcas se pueden consumir de cada tipo de producto.
Si para uno mismo es complicado, ¿te imaginas para alguien que te invita a comer o a cenar y que no tiene ni idea de cómo es tu intolerancia? Por eso, lo mejor en estos casos es explicar al anfitrión o anfitriona que eres intolerante al gluten y que, para hacer todo más sencillo, te llevarás de casa tu propia comida en un tupper. Al principio puede chocar y la persona puede resistirse aceptarlo porque sentirá que falla a un invitado, pero con una explicación en la que dejes claro que lo que quieres es disfrutar de la compañía, no tiene por qué haber problemas.
Cuando se come en restaurantes la cosa cambia porque en la mayoría de los casos los profesionales están más que acostumbrados a este tipo de problemas y están perfectamente capacitados para preparar platos adecuados. No obstante, es frecuente que las cocinas no estén preparadas para evitar la contaminación cruzada, algo que no suele afectar a los intolerantes al gluten, sino solo a los celíacos, es decir, a los alérgicos.
Reforzar el sistema digestivo
Tan importante como retirar el gluten de la dieta es reforzar el sistema digestivo, en especial la flora intestinal. Esta seguramente está dañada tras años de consumir una sustancia que causaba problemas para su digestión. El papel de los probióticos y de los prebióticos es fundamental para recuperar la salud intestinal.
Además, las personas con intolerancia deberían de consumir de forma habitual preparados alimenticios con probióticos y prebióticos ya que fortalecen su sistema digestivo y ayudan evitar brotes o a que estos sean más leves. Así, podrán disfrutar de su vida social y si se produce la ingesta accidental del gluten las consecuencias no serán tan graves al tener una flora fuerte.