Vamos directos a la cuestión que queremos tratar: ¿harías vinilos impresos para publicitar tu negocio? Posiblemente, la respuesta a esta pregunta sea “”Y ¿por qué no?” Pero tras esto hay que preguntarse qué tipo de vinilos y para dónde estarían destinados. Y es de eso precisamente de lo que vamos a hablar a continuación.
Vinilos para escaparates
Los vinilos para escaparates están cada vez más de moda y en ciertos negocios han sustituido por completo al escaparate tradicional. Ya estamos acostumbrados a ver los vinilos en los bancos, en los cuales un escaparate no tendría mucho sentido, pero ahora también los vemos en las grandes cristaleras de tiendas de electrodomésticos o de electrónica.
En lugar de ocupar espacio con el escaparate, esos metros se ganan a la tienda y la cristalera se cubre con vinilos promocionales en los cuales se pueden ver las mejores ofertas, con lo cual hacen la misma función que un escaparate tradicional pero con un tamaño que permite verlo distancia.
Se gana espacio, se gana en privacidad en el interior del establecimiento y además se pueden presentar promociones de todo tipo, no solo los precios de los productos a la venta, sino también descuentos, rebajas o una oferta en una tarjeta propia del establecimiento.
En los pequeños comercios los vinilos se combinan con el espacio del escaparate tradicional para ayudar a su decoración y destacar, por ejemplo, que se está en rebajas o que se ofrecen descuentos especiales durante unos días determinados. Su precio económico y la sencillez para colocarlo y quitarlo han sido claves para ponerlos de moda.
Vinilos para vehículos
Los vinilos para vehículos están pensados para el coche de empresa, o al menos eso es lo primero que nos viene a la cabeza al pensar en ellos. En lugar de rotular el coche se recurre a los vinilos porque son más baratos y además se pueden quitar y cambiar según sea necesario.
La pintura del coche no suele dañarse con los vinilos, siempre y cuando no estén colocados demasiados meses, ya que en este caso lo habitual es que el sol actúe sobre la parte visible de la chapa y cuando se retira el vinilo se nota diferencia en el color.
Si no se quiere dañar el coche lo mejor es cambiar los vinilos cada cierto tiempo, con diferentes tamaños y abarcando distintas áreas del coche. Esto también hará que el vehículo vuelva a ser llamativo porque es nuevamente distinto.
Pero además de esto hay vinilos publicitarios que se pueden colocar en otros vehículos. Un buen ejemplo son los que llevan en las puertas algunos taxis o los que se colocan en autobuses. Los vehículos públicos son ideales para este fin ya que transitan por las carreteras durante muchas horas y por lugares diferentes, llegando a mucha gente.
Por supuesto, muchas personas colocan estos vinilos, un poco más discretos en tamaño, en sus coches particulares o en el coche de la empresa para hacer propaganda, aunque esta tiene ya un impacto bastante menor que el de las campañas en autobuses o taxis ya que estos últimos son los que más kilometros recorren al día.